Design Thinking: qué es y cómo ponerlo en práctica

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El Design Thinking es un método que se centra en las personas para generar ideas innovadoras y resolver problemas complejos a partir de las necesidades de los usuarios. Su conceptualización y expansión se le debe a Tim Brown, co-fundador de la empresa IDEO, cuando en 2008 escribió un artículo para Harvard Business en donde explicó en detalle este nuevo concepto y en 2009, publicó el libro Change by Design. No obstante podríamos decir que su origen se remonta en el tiempo, algunos hablan de la Bauhaus y otros de los años 50 y 60.

Esta metodología se ha convertido en una herramienta de gran utilidad y está siendo utilizada por organizaciones que apuntan a la innovación a la hora de desarrollar productos y soluciones. Todo esto gracias al conocimiento obtenido sobre los usuarios y al trabajo colaborativo de los equipos multidisciplinarios que ayudan y ofrecen una gama de puntos de vista diferentes hasta encontrar una solución innovadora.

Hoy os acercaremos más a este concepto, cómo nos permite involucrar al cliente en la búsqueda de soluciones y algunos aspectos a tener en cuenta. ¡Comencemos!

Las fases del proceso de Design Thinking

  1. Empatizar: comprender las necesidades de los usuarios ¡Hay que ponerse en los zapatos del cliente! Y recordar que no somos el usuario, empatizamos con ellos para ser capaces de generar soluciones que se adapten a su realidad.
  2. Definir un problema: en esta etapa se filtra toda la información obtenida durante la fase anterior y nos quedamos con lo que realmente importa y aporta valor. Obtenemos insights, es decir, datos claves que nos llevarán a la solución.
  3. Idear: llegados a este punto, las actividades favorecen al pensamiento expansivo, los límites no existen y hay que dejar los juicios de valor a un lado. Todo es válido, las ideas más descabelladas terminan siendo las que llevan a soluciones innovadoras.
  4. Prototipar: se construye un modelo rápido que ayude a dar forma a lo que hasta el momento sea una idea o concepto. En este punto ya existe algo físico que se puede visualizar o que se puede tocar.
  5. Testar: aquí probamos el prototipo con la ayuda de los usuarios hacia el que se orienta la solución que se está desarrollando. Una vez que se obtiene el feedback, se incorpora en las conclusiones hasta mejorar la solución que se busca.

Es un proceso que permite iterar, es decir, se puede volver hacia atrás en cualquiera de las fases si es necesario para el proyecto.

¿Qué aspectos debemos considerar antes de ponerlo en práctica en una empresa?

Desing Thinking

Los participantes

Stakeholder. Es importante que participen en el taller todas las personas involucradas en el proyecto para obtener aportaciones desde diferentes puntos de vista, y dependiendo de la cantidad de personas se organizará los grupos de trabajo, siempre multidisciplinarios.

Facilitador. Tiene que hacer posible que los grupos indaguen, trabajen con ganas, colaboren para conseguir soluciones potentes. El facilitador no puede dar soluciones y tiene que tener la capacidad de escucha.

Tema

El tema a trabajar en el taller debe estar bien definido para obtener ideas o soluciones que aporten valor. Por ejemplo si se trata de un e-commerce se puede plantear como tema el nuevo chat que se desea implementar para facilitar las consultas de los usuarios.

Antes del taller

Sería conveniente enviar a los participantes en una pequeña presentación o email el objetivo del taller, el tema y la agenda con las actividades y tiempos de duración.

También tenemos preparar los materiales necesarios como por ejemplo: rotuladores, post-it, papel, lápices de papel…

El taller

Es necesario preguntarnos qué necesita el cliente y adaptar la metodología de acuerdo a esa necesidad, así como también escoger las herramientas apropiadas. Por ejemplo para empatizar con el usuario, tal vez en un taller de 4 horas no podremos realizar entrevistas, pero sí podríamos hacer un “User Persona” basándonos en hipótesis.

La duración total del taller dependerá del alcance del proyecto y también de la disponibilidad de las personas implicadas, lo ideal sería que al menos tengamos una mañana entre unas 4/5 horas. Sí es importante controlar el tiempo de las activadas ya que ayudará a la concentración de los participantes y evitará debates excesivos.

Antes de empezar…

Antes de empezar con el taller es muy importante que dejemos claro a los participantes de que no existen ideas buenas ni malas porque todas las ideas enriquecen y también que es fundamental escuchar a los compañeros.

Recordemos que con el Design Thinking trabajamos de forma colaborativa y activa, multidisciplinar y con posibilidad de iterar, así que no tenemos que tener miedo a equivocarnos ¡Es una buena oportunidad para sacar nuestro lado más creativo!

Dicho esto, ¿Te animas a hacer tu propio taller Design Thinking? 😁


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