La época de vacaciones es la más esperadas por todos, ¿alguien que opine lo contrario? Sin embargo, esto supone que las empresas deben organizarse para poder cumplir con las metas y objetivos planteados y que no suponga una mayor carga de trabajo a la vuelta.
Es recomendable que la planificación de las vacaciones sea planteada antes de la contratación del personal. Es muy importante que todos sepan cómo funcionan los periodos vacacionales dentro de la empresa, las época en donde hay más trabajo, y la duración de los descansos para de esta manera evitar malos entendidos a última hora.
Al margen de cómo funcionen las políticas de la entidad, se recomienda planificar la fecha de vacaciones, con un mínimo de dos meses de antelación (dependerá del tamaño de la organización), para que la empresa pueda organizarse y tomar las previsiones necesarias y que otros trabajadores puedan atender las tareas cuando una persona está en el periodo vacacional.
Hay que tener presente que durante este periodo es cuando el trabajo en equipo juega un rol importante. Es fundamental que todos sepan cuáles son sus responsabilidades, para así ajustar las vacaciones y poder tomar en cuenta las necesidades de todos.
Consejos pre vacaciones
Hacer un resumen de los proyectos que se estén realizando, brindando acceso a los archivos relacionados para evitar que se detenga el proceso productivo.
Asegurar que el departamento no se quedará vacío, o que las vacaciones del equipo no se solapen.
Dejar un email remoto, donde notifique a la persona que se pone en contacto que estás de vacaciones y dejándole información de la persona que está en la oficina en ese momento.
Antelación, suena repetitivo pero, no es lo mismo organizar un equipo sabiendo sus vacaciones con 2 meses de antelación, que organizarlo faltando días.
Y el último y más importante, desconectar. Es nuestro momento, y si todo esta controlado, ¿Por qué no respirar y confiar en tu compañero?
Síndrome post vacacional
Pues bien, imaginemos que ya os habéis planificado las vacaciones y habéis vuelto. Llega ese momento en el que puede que os sintáis de bajón. ¿Os resulta familiar? Si la respuesta es sí, no hay que alarmarse, ¡es normal!
El cuerpo pero sobre todo la mente debe adapatarse de nuevo a la rutina. Por lo que estos simples consejos te ayudarán:
- Déjar al menos un par de días antes de regresar al trabajo. Es decir, si estáis de viaje, organizad que la vuelta no sea un día antes de comenzar el trabajo. De esta forma podréis retomar todo tranquilamente y sin agobios.
- Organizar la agenda, enfocándose en los aspectos positivos.
- Disfrutar de los compañeros. Fomentar un ambiente agradable es la clave.
- Energía. Retomar los buenos hábitos alimenticios y hacer algo de deporte. Lo notaréis en vuestro día a día.
- No os carguéis de trabajo el primer día. Sí, hay mucho por hacer, pero piensa que en un día no lo solucionarás. Así que ¡calma!
Dicho esto, es buen momento de empezar a planificarse en el trabajo, ¿no?
