Por si no lo sabes, la formación es una de las mejores inversiones que una empresa puede hacer. La sociedad en la que estamos inmersos exige constantemente una actualización de conocimientos para estar a la vanguardia tecnológica.
En nuestro caso, apostamos firmemente por formarnos en cada una de las áreas en que trabajamos. No solo basta con una formación específica sobre el departamento en el que se va a trabajar. Un valor añadido para una empresa es la formación externa. Aprovechar los cursos no sólo amplía conocimientos, también puede aumentar tu lista de contactos. ¡Viva el networking!
Beneficios de la formación
Se trata de una manera de fomentar el conocimiento que tarde o temprano traerá beneficios para tu modelo de empresa. además de alimentar lo que en marketing se conoce como engagement. Cuanto más cuides a un empleado, mayores pueden ser las recompensas.
Formar a tu plantilla motivará al equipo. Si el empleado siente que es un simple asalariado, va a actuar de manera mecánica. Si se le motiva con una formación adicional, el rendimiento será mucho mayor. Por tanto, los resultados mejorarán.
Si una persona está constantemente formándose, se va a identificar cada vez más con su entidad, por lo tanto, si el resto de condiciones son favorables, el riesgo de evitar que se vaya a la competencia es mucho menor. ¡Hay que aprovechar al máximo el talento de los mejores!
Además, acudir a las formaciones en grupo mejoran las relaciones entre compañeros. En grandes empresas y multinacionales es donde mejor funcionan. Muchos departamentos están tan separados entre ellos que probablemente muchos de ellos ni se conozcan entre sí.
Otro aspecto, a tener en cuenta, pero no por ello es el motivo principal para la formación, es que muchos cursos están subvencionados. Hay muchas marcas que quieren que sus empleados estén a la última en conocimientos pero no tienen capital para ello.
Y el último de todos pero tal vez el más convincente. El saber no ocupa lugar y aporta mucha riqueza intelectual. ¿Nos compras la idea?